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lunes, 8 de diciembre de 2008

Top 10 de instrumentales del Dr. Vinilo


Resulta evidente que para confeccionar una lista como esta he tenido que sentar algunas bases. La primera es dejar aparte las músicas eminentemente instrumentales, como la sinfónica y otras variantes de la llamada, para bien o para mal, música clásica, así como las corrientes principales del jazz o los ritmos de baile electrónicos más actuales, diseñados con fines exclusivamente utilitarios, casi siempre desprovistos de voz. Y la segunda, y por razones obvias, dedicar mi atención a temas que en origen fueron publicados en vinilo, pues esta es su casa, y esa mi causa. La tercera, y más importante, es que no pretendo sentar ningún canon, sino compartir las músicas que personalmente me impactan o a las que dedico especial atención.

Una vez claras la intención y el ámbito, ahí van los diez temas instrumentales preferidos del Doctor Vinilo.


1. Tequila - The Champs

Ya en su día (ver Top 10 etílico del Dr. Vinilo) afirmé que considero este tema la cumbre del instrumental rockero, y eso por las razones ya mencionadas, aunque insistiré en que la mayor de sus virtudes es la facilidad con que rompe barreras generacionales y es tan bien recibida como adoptada por casi cualquiera que tenga la fortuna de escucharla. Por ello, y porque no voy ahora a contradecirme, este tema sigue siendo el top indiscutible. Editado en fecha tan lejana como 1959, logró el #1 de las listas en sólo tres semanas desde su grabación en los estudios Gold Star californianos, lo que tratándose de un instrumental y de un grupo de fuerte influencia mejicana tiene su mérito. Más aún, engrosa la larga lista de caras B que superaron en éxito a la apuesta inicial de los estudios, en este caso Challenge Records.

2. Wack Wack - The Young Holt Trio

El batería Isaac Holt y el bajista Eldee Young, ambos provinientes del trío de Ramsey Lewis, se acompañaron del pianista Don Walker en 1966 para pergeñar uno más de los tercetos de jazz tentonces tan en boga, aunque en esta ocasión se adentraron sin remilgos en el mundo de la pista de baile con un tema tan sencilllo como impactante, en el que aparte de marcar el ritmo con afán incansable juguetean con sus instrumentos para provocar respuestas tan contundentes como el título del tema. Considerada una obra menor, una especie de novelty de consumo rápido, aguanta perfectamente el tipo con el paso de los años, y parece expresamente diseñada para satisfacer tanto al jazzero más hip como al simple adicto al bailoteo. Si deseas marcarte unos pasos sin quedar como un patán, aquí tienes la coartada perfecta. Como en el caso anterior, su estribillo pegadizo en eterna repetición de onomatopeya es parte importante de su encanto.

3. Green Onions - Booker T & the MG's

Sin apartarnos de la pista de baile, llega el momento de rendir homenaje a uno de los grandes clásicos del soul instrumental, tema que cruzó océanos y hemisferios y se convirtió en banda sonora de mods a la última, bailarines del ghetto y barra de cocktail bar para solteros. Unía a partes iguales las raíces del R&B del profundo sur con el ambiente más urbano, y resume en tres minutos toda una época, pues aparte de los toques de órgano Hammond de Booker T. Jones se recrea en la fenomenal aportación de los MG's (el Memphis Group, por su Memphis natal), quienes no en vano formaron parte de la nómina de Atlantic como cotizados músicos de sesión. Los mencionados eran Steve Cropper a la guitarra, Donald Dunn al bajo y Al Jackson Jr. a la batería, quienes en 1962 arrancaron a bailar a millones con este tema midtempo y sugerente que rezuma soul por todos los poros.

4. Wham - Lonnie Mack

Bautizado como Lonnie McIntosh, natural de los Apalaches, de sangre medio india y medio escocesa, criado en Kentucky como el buen bourbon, Lonnie Mack tenía que salir salvaje y respondón de todas todas. Tras iniciarse en grupos de western swing y probar fortuna con el rockabilly más agreste, decidió comprarse una Gibson Fliying V, de la que nunca se desprendió, y dar rienda suelta a sus instintos más básicos con profusión de punteos acelerados y trémolos eléctricos, pariendo en 1963 el tema que nos ocupa, de nombre tan amenazador como contundente. No es de extrañar que su técnica y actitud resultaran determinantes en carreras como la de Jimmy Hendrix o Stevie Ray Vaughan, pues se le considera el inventor del guitarreo de blues-rock, y su aparición en escena fue toda una revelación para rockeros en ciernes. Este instrumental arranca pasiones, demole principios y resucita muertos, y empequeñece a más de un amante de las grandilocuencias a base de megawatios. Podría estar en lugar destacado de cualquier lista, pero aquí se lleva un esplendoroso número cuatro.

5. Cleo's Mood - Junior Walker & the Allstars

Siguiendo la estela de cuartetos con órgano como los antedichos MGs, con un ojo en el R&B y otro en la avanzadilla del sonido más funky y machacón, el saxofonista Junior Walker, avezado honker, regaló una veintena larga de éxitos bailongos a medio camino entre el club de mala muerte y la trepidación alla James Brown, entre los que destaco este Cleo's Mood de ambiente tenebroso y amenazante, donde el ampuloso sonido de su tenor King puede apagar una vela a diez metros o volcar una hormigonera a cincuenta. De confección tan sencilla como resultona, este instrumental de 1966 no obtuvo un éxito comparable a Shotgun u otras de sus composiciones más celebradas, pero es todo un ejemplo de cómo hacer mucho con poco, y de cómo la actitud es medio mundo a la hora de crear ambientes que soporten el paso del tiempo.

6. Wipe Out - T
he Surfaris

A rebufo, o tal vez en primera línea, de la caterva de grupos surferos californianos de los primeros sesenta, nos hallamos ante The Surfaris, grupo dedicado en cuerpo y alma al instrumental como muchos de sus coetáneos. En este caso abandonamos el ambiente enrrarecido, las raices profundas y la apuesta futurista y nos adentramos en un mundo tan amplio, enérgico y vital como el océano Pacífico, sólo que en vez de portar tabla de surf estos tipos sonrientes y bien alimentados (es un suponer) aparecieron guitarra en ristre para animar los saraos playeros con un tema redondo, directo y sin pretensiones, donde la gracia del asunto reside en no dejarse amilanar ni quedar barrido por una ola. Tras una risotada maníaca, el batería Ron Wilson, Jim Fuller y Bob Berryhill a las guitarras y Pat Connolly al bajo ( a los que más tarde se añadiría Jim Pash al saxo tenor, como puedes ver en la foto de tu izquierda) impulsaron un auténtico tsunami que barrió durante meses de las listas a todos sus contendientes. Aún hoy el tema rezuma la misma frescura que en su origen, y aunque el gusto actual reclama mayores habilidades, conviene recordar cuando el instrumental era un deporte en el que siempre se debía ganar por goleada sin darle oportunidades al contrario. Por su influencia, su limpidez y su alto voltaje, Wipe Out se lleva el sexto lugar de la lista.

7.Rumble - Link Wray

Este tema aparece aquí por las mismas razones que el anterior, pero en este caso elevadas a la vigésima potencia. El tan salvaje como a menudo inefable Link Wray, que reclamaba tener sangre india en las venas sin llegar a probarlo nunca, compuso un tema de auténtica pegada sin estar más dotado que para pergeñar solos espasmódicos de una sola nota. Aunque provisto de todos los avances técnicos del momento (que se pueden contar con los dedos de un fabricante de petardos), no llegó a desbancar a otros competidores como Duanne Eddy, pero tiene en su haber la invención del llamado "power chord", adoptado más tarde por grupos británicos de mediados de los sesenta como The Who o The Kinks, y que constituye la base del rock tal como hoy lo conocemos, sobre todo en su vertiente más heavy y punkarra. Apoyado por dos hermanos suyos al bajo y la batería, en tal año como 1958 grabó Rumble para Cadence Records, logrando un éxito fulminante que se vio empañado por la negativa de muchas emisoras a radiar un tema que consideraban demasiado incitante, provocador y subversivo, lo que es todo un logro para un instrumental. Sólo por eso merece estar en esta lista. Tal vez lo conozcas por haberse incluido en multitud de bandas sonoras, especialmente cuando quiere demostrarse que el que ocupa la pantalla es algo menos que el mal personificado.

8. Sleepwalk - Santo & Johnny

Llegados a este punto de la partida tal vez merezca reivindicarse el instrumental más calmo, el adecuado para aderezar encuentros amorosos o para exacerbar los sentimientos más profundos e introspectivos. Y en esta liga para mí hay un ganador indiscutible, que es el tema mencionado de los hermanos Santo & Johnny Farina, nacidos en Brooklyn, Nueva York, que se vieron propulsados al estrellato de la noche a la mañana con la misma rapidez con que se vieron encasillados en el papel de muchachitos sensibles que toda madre quisiera para sus hijas vírgenes. La razón para tanta aceptación residía en el virtuosismo de Santo en el uso de la Steel Guitar, instrumento hasta entonces relegado al country más silvestre, y aunque resultó muy adecuado para versionar celebérrimos temas instrumentales de aire contenido y sugerente, no propició que los dos hermanos rompieran su corsé, viéndose condenados a aplicar el mismo principio a toda su discografía, que se prolongó escasamente hasta 1965. A pesar de todo, su primer éxito es toda una joya, y a menos que seas Jack el Destripador ha de tocarte la fibrilla... o algo más profundo.

9. Memphis Soul Stew - King Curtis

Nacido en 1934 en Fort Worth, Texas, este saxofonista rocoso y polivalente cultivó variadas facetas como músico de sesión para Atlantic y otras casas, frontman de grupos de modern jazz y adalid del soul jazz más aguerrido, pero la razón de que se halle en esta lista no es sólo su condición de alumno aventajado de la escuela de tenores tejanos, sino su larga trayectoria como telonero de Aretha Franklin con The Kingpins, con los que se especializó en maestro del precalentamiento y domador de públicos, como demostró fehacientemente con este tema de 1966 en el que parte de la nada y va armando un edificio soulero ladrillo a ladrillo, o como él mismo declara, cocinando un estofado en el que los ingredientes se van echando uno a uno en la olla para deleite de gastrónomos musicales. La fórmula no era nueva, y se ha utilizado en multitud de estilos y momentos, pero esta clase magistral de alta cocina merece sin duda un lugar en esta lista. Tema recomendado para desganados o aquellos a dieta de los potajes más infames del siglo XXI.

10. The In Crowd - Ramsey Lewis

Del trio original de donde provinieran los Young Holt antedichos cierra este listado la aportación de Ramsey Emmanuel Lewis, natural de Chicago, Illinois, pianista más que competente de irrenunciable formación clásica y avezado entertainer que combatió en las trincheras del swing en los cuarenta y que en 1965 se sacó de la manga una vuelta de tuerca más en el panorama de los abundantes tríos de jazz de la época, logrando que un LP instrumental llegara al #2 de las listas de pop con un tema de ritmo pegadizo y entusiasta grabado en directo, su medio natural. Sin embargo, y muy a pesar de su larguísma y meritoria trayectoria (lleva grabados ya más de 80 LPs ), este éxito indiscutible fue el inicio de su recorrido por terrenos más trillados y menos sorprendentes, y uno tiene la sensación de que tal vez se hubiera esforzado mucho más de no haber tenido tanta salida como rostro amable del jazz más accesible. Sin embargo, el tema que he escogido para cerrar este Top 10 posee la maestría indiscutible del que lleva mucha mili a las espaldas, y aún hoy en día logra que uno mueva los talones de manera inconsciente. Puro swing, ambiente de club cargado de humo, el vaivén de un oleaje antes de que se desate la tormenta en este tema dedicado a the in crowd, la gente guay (la que deja buenas propinas, supongo).

Recomiendo muy efusivamente que rebusques en youtube u otros medios estos temazos, a ver si coincides conmigo en que con instrumentales así... sobran las palabras.




lunes, 1 de diciembre de 2008

Top 10 de los grupos femeninos del Doctor Vinilo

No son todas las que son, pero todas las que están en esta lista hallaron un hueco, en su mayor parte efímero, en la historia de la música popular. Y además de tener alguna responsabilidad en la formación sentimental de este que suscribe, son todas consultables por youtube, lo que no me negaréis que es toda una ventaja.

1. Goldie and the Gingerbreads.

En tal año como 1962, Genya Rawan asisitió a un bolo de The Escorts, y cuál no sería su sorpresa al ver que la batería la tocaba una chica, Ginger Panabianco, lo que le inspiró de inmediato la idea de fomar un grupo exclusivamente femenino. La idea cuajó, y junto con Mango Lewis y Carol McDonald vio la luz la primara banda femenina que logró contrato con una de las grandes, para acabar un año después en la Atlantic de Ehmet Ertegun, quien las vio en compañía nada más y nada menos que de los Rolling Stones. La carrera del grupo duró hasta 1967 y atravesó grandes altibajos, pues aunque giraron por EE.UU. y el Reino Unido de manera casi constante, la atracción primera por un grupo de tal atrevimiento y novedad quedó más que mitigada anulada por la negativa de las emisoras sureñas a radiar a un grupo de féminas tocando música de negros, lo que veían como una evidente transgresión por partida doble. Por lo demás, su pop-rock guitarrero y directo puede escucharse hoy en día sin sospechar que ponían mucho más que la voz, y su alta calidad incluso las ha hecho merecedoras de una versión renovada de los mismísimos Green Day. Por pioneras y radiantes, se llevan el primer puesto de esta lista.

2. The Runaways

He aquí un grupo que saltó una doble barrera, pues lograron cierta fama (aunque poca fortuna) en un mundo tan misógino como el heavy metal. Formadas en 1975, su breve y tumultuosa carrera de 4 años estuvo salpicada de escándalos, giras por medio planeta y el desprecio de sus correligionarios más impermeables, quienes las consideraban una banda prefabricada para consumo adolescente. Algo había de verdad en ello, pero el arrojo de este cuarteto de chicas-en-un-mundo-de-machos es admirable, y más aún la calidad de sus dos guitarristas, Joan Jett y Lita Ford, y el empuje de su batería, Sandy West, que dejaron boquiabiertos a más de un metalero con exceso de testosterona. Su influencia fue notable en grupos como The Ramones, Blondie o gran parte de la escena punk británica, y más aún que por sus discos de platino se las recuerda por temas como "Cherry Bomb" o "Born to be Bad".

3. Fanny

De nuevo nos hallamos ante una breve carrera de cuatro años, pues el grupo liderado por June y Jane Millington (a los extremos de la foto) nació en 197o y se disolvió en 1974. Fue el segundo grupo de "sólo chicas" en firmar por grandes casas (Reprise), y lograron entrar dos veces en el Top 40 con "Charity Ball" y "Butter Boy". A pesar de su alta competencia musical y de formarse en tiempos más abiertos a la presencia femenina, su rock amable y sin estridencias no halló la respuesta esperada, y los nuevos tiempos más proclives al hard rock y al advenimiento del punk las dejó fuera de juego. Entre sus diversas formaciones incluyeron a Patti Quatro, la hermana de la irredenta Suzie Quatro, y sus discos, obras de alta calidad, creo merecerían un lugar más destacado en la historia. Tal vez si hubieran gritado más les hubieran hecho más caso... o las habrían tachado de histéricas, nunca se sabe.
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4. Klymaxx

Este sexteto de Los Angeles, California, poseía el empuje necesario para saltar las barreras raciales, las sexistas y los cien metros vallas, aunque su carrera fue la historia de un gran inicio y un progreso claramente descendente. Desde su primera aparición con el álbum, "Girls will be girls" y su secuela de desafiante título "Never understimate the power of a woman", el hueco que lograron hacerse en el mundo del pop de ascendencia más funky se fue cerrando bajo las presiones del rap y el hip-hop, algo para lo que estas chicas de intenciones tan ambiciosas como encorsetadas no parecían preparadas. Sus temas iniciales invitan al bailongo y poseen una actitud descarada y transgresora que se fue diluyendo con el tiempo, y aunque en sus últimos tiempos se defendían con baladas y daban más de un paso atrás, su irrupción como instrumentistas autosuficientes y defensoras del show total las hace merecedoras de un número cuatro. Más aún, oídas con orejas actuales más de una Beyoncee palidece.

5. The slits

Bienvenidos a la transgresión. Este grupo de nombre preclaro (Las Rajas), animó la escena new wave londinense entre los años 1976 y 1981, y aunque fue la irrupción del punk la que les abrió las puertas a un público tan receptivo como minoritario, su estilo y su puesta en escena (por llamarlo de alguna manera) resulta del todo inclasificable. Desnudas y cubiertas de barro en la portada de su primer LP "Cut" (más claro el agua) y su desfachatez las hace subir al podio del "do it yourself" y la experimentación, pues su sonido crudo y descarnado, salpicado de las influencias reggae entonces en boga, hace que resulten odiadas y admiradas a partes iguales, tanto entonces como ahora. Como curiosidad valga apuntar que una de sus integrantes iniciales, Palm Olive, se llamaba en realidad Paloma Romero y era española. La banda ha pervivido con diversas integrantes, pero nunca ha traicionado su esencia íntegramente femenina.

6. The Suffrajets

Esta banda británica del área de Birmingham, recientemente desaparecida, aunó componentes de diversas procedencias, incluida Gemma Clarke de los Babyshambles, y su rock contundente y políticamente comprometido empezó a ser reconocido sobre todo en base a su incansable ritmo de actuaciones. Resulta evidente que su nombre se inspira en las suffragettes, las primeras defensoras del voto femenino en Reino Unido allá a finales del siglo XIX y principios del XX, lo que da una idea de su posición eminentemente reivindicativa. Luchas intestinas provocaron la marcha de Clarke, y la banda quedó en las inspiradas manos de las hermanas Samantha y Shelly Walker, compositoras de la mayoría de sus temas. Un vistazo a Youtube te convencerá de su arrojo y su pasión, y a pesar de ser muy minoritarias tal vez habrían merecido mejor fortuna.

7. The Go Go's

De nuevo nos hallamos en California, tierra de suave clima y mujeres radiantes, y este quinteto formado en 1978 abunda en la misma idea. Temas frescos y sin demasiadas pretensiones con especial atención a la imagen y a la entonces incipiente industria del video clip. Su sonido resulta cien por cien new wave de EE.UU., lo que puede entenderse tanto meritorio como detestable, pero que en pequeñas dosis resulta revitalizante. No en vano decían beber de las mismas fuentes que los ingleses The Buzzcocks, The Surf Punks o The Ramones. Sus primeros éxitos, como "We got the beat" no son nada desdeñables, y de sus filas salieron carreras como la de Belinda Carlisle, a la que en verdad prefiero como Go Go de 1980.

8.The Mo-dettes
Este cuarteto británico vio la luz en 1979, y su álbum de 1980, "The Story So Far", fue el único que publicaron, aunque sus temas "White Mice" y la versión de los Stones "Paint it Black" (en la que proponían veladamente una nueva capa de pintura para la Casa Blanca de Washington) tuvieron amplia repercusión. Enclavadas firmemente en la nutrida y muy variada escena del post-punk, la brevedad de su carrera tuvo mucho que ver con la endogamia del momento, pues una de sus fundadoras provenía de las Slits antedichas, otra matrimonió con un miembro de Madness, otra era la hermana de un miembro de Ten Pole Tudor, y otra acabó como baterista de The Communards. Demasiado para mantener un grupo cohesionado a la sombra de tanta carrera exitosa.

9. The Bangles

Algo tendrá California para parir tanta fémina aguerrida. El caso es que esta banda formada en 1980 fue de las pocas en lograr fama y fortuna, sobre todo entre 1984 y 1989. La historia relata cómo dos hermanas (una vez más), Vikki y Debbie Peterson, enrrolaron a Susanna Hoffs y a Anette Zilinskas en un proyecto más de los que pululaban por la escena angelina del llamado Paisley Underground, y tras llamarse The Supersonic Bangs y resolver ciertos problemas con el registro de su nombre pasaron a ser Bangles y finalmente The Bangles, que es como seguramente las recuerdas. Su primer album de 1984 "All Over the Place" es un derroche de power pop, pero más tarde empezaron a recorrer terrenos más trillados, época de la que tal vez puedas salvar de la quema su celebérrimo "Walk like an Egyptian", que las encumbró al #1 de las listas mundiales y que aún resonará en alguna cabeza desprovista de Alzeihmer.

10.The Bodysnatchers

A rebufo de la eclosión del ska británico de principios de los 80 nació esta variante sólo para chicas de los ritmos más festivos del momento. Siete chicas siete que se atrevían a desafiar a grupos como The Specials, Madness, The Selecter y otros muchos de la factoría Two Tone. De nuevo nos hallamos ante un éxito exiguo y efímero, pues la historia del grupo se ciñe al periodo comprendido entre 1979 y 1981. Aún así, merecieron figurar en el documental Dance Craze, compendio de lo más granado de la escena, y colocaron en las listas un par de singles valiosos. Sólo una de sus componentes, Rhoda Dakar, prosiguió carrera como vocalista de The Special Aka, y de las otras nunca más se supo. A pesar de ello, su papel nunca fue subsidiario, y aunque figuran en último lugar de esta lista, pertenecen a ella por derecho propio.

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